¿Qué es un traductor freelance?
Un traductor freelance es un profesional independiente, muy demandando en estos días en que la prensa, tanto escrita como digital, va en aumento y abarca muchísimas cuestiones y temas diversos, y cada vez con más idiomas. Pero, ¿qué es exactamente y cómo trabaja un traductor independiente?. ¿Cuándo debería contratarlo para mi empresa?
Un traductor freelance es un traductor profesional independiente capaz de traducir cualquier texto de un idioma a otro de forma seria, y manteniendo la idea general del escrito original. Este trabajador, al ser independiente y autónomo, suele trabajar por encargos y no por horas mensuales, es decir, raramente tiene una nómina fija a fin de mes, sino que se dedica a publicitar e ir ofreciendo sus servicios a terceros (empresas de comunicación, periódicos, blogs, etc.) y éstos le llaman cuando tienen algún encargo que realizar y que no pueden atender sus redactores o traductores de la oficina.
Los traductores independientes suelen contar con formación académica en el ámbito del periodismo, la filología, o la publicidad, entre otros, aunque cada país elige si regular o no esta profesión.
Funciones del traductor freelance
El trabajo de un traductor freelance no se limita a traducir sin más, entre sus funciones secundarias están las de asesorar a sus clientes acerca de la estilística e idea general del texto, así como hacer notar cualquier error que pudiera contener el texto original, y que por tanto, pudiera suponer un problema futuro para el cliente.
Otras funciones del traductor freelance son la edición de textos, utilizando para ello herramientas como procesadores de texto y programas específicos para periodistas, así como la redacción y corrección de información, dos servicios complementarios a la traducción normalmente ofrecidos por la mayoría de estos trabajadores autónomos.
¿Cuándo contratar un traductor freelance?
El traductor independiente es una figura a contemplar al traducir textos importantes en otro idioma en el que deseamos obtener la máxima perfección. Hoy en día mucha gente tiene nivel medio de otros idiomas, por ejemplo el inglés, pero en la mayoría de ocasiones la traducción inversa (de idioma materno a extranjero) no arroja resultados precisos.
Algunos ejemplos de ocasiones en las que se requiere sí o sí el trabajo de este profesional freelance son: instrucciones de productos, noticias, textos técnicos y científicos, presentaciones escritas, textos periodísticos, eslóganes, folletos informativos, etc. y, en general, cualquier texto que deba ser leído por gente nativa con la intención de que se entienda el mensaje a la primera, conserve su intención comunicativa y no produzca confusión alguna
Utilizando herramientas auxiliares
Es cierto que Internet abrió infinitas puertas, rompió las barreras idiomáticas, generó nuevas oportunidades de trabajo y negocios, permitió el acceso a profesionales expertos en cada tema, sitios webs, blogs, eventos y comunidades virtuales específicas.
Además, nos facilitó una serie de herramientas, que en el caso del traductor freelancer se pueden encontrar fácilmente (diccionarios en línea, bibliografías virtuales, softwares especializados en traducción, traductores automáticos, etc).
Voy a mencionar algunos de ellos:
Motores de búsquedas: ¡Usalos, pero con moderación! Son muy útiles a la hora de traducir y buscar referencias, pero nunca confíes 100%, es estrictamente necesario hacer una revisión en el contenido, investigar en varias fuentes y coincidir los resultados antes de decidir qué término usar. Estate a gusto al utilizar Google, Yahoo, Ask, Bing, Wikipedia, y otros.
Sitios web de traducción automática: si los utiliza correctamente pueden ser una buena alternativa para obtener una traducción rápida, por que no requieren mucha exactitud, por lo general, sirven para tu uso personal o cuando necesitas entender el contexto general. Es el caso de: Google Translate, MyMemory, WorldLingo, iTranslate4.eu y muchas otras aplicaciones.
En la siguiente imagen, podemos ver que, a pesar de que los softwares utilizados para traducción son cada vez más sofisticados, todavía no son capaces de traducir fielmente un texto, un vídeo, un libro o un documento.
Softwares de memorias de traducción: son grandes aliados para agilizar el proceso de traducción. La idea general es que todo lo que traducimos se va almacenando en una base de datos y cada vez que nos encontramos con la misma frase o similar con alguna que ya está en la memoria de traducción, el programa nos muestra la traducción anterior para ser reutilizada o, simplemente, como referencia. Estos son algunos de los más populares: CAT (Computer Aided Translation, que traducido literalmente al Español significa: traducción apoyada por la computadora), Trados, Wordfast, OmegaT y Similis.
Programas de procesamiento de texto: proporcionan recursos que facilitan y agilizan la producción, edición y finalización de un texto. Entre sus principales características podemos destacar: memorizar y recuperar texto a través de macros, referencias cruzadas, índices automáticos, corrección ortográfica y sinónimos.
Existen varios procesadores disponibles en el mercado: Microsoft Word, AbiWord, Apple Pages, QuickOffice, LibreOffice, etc.
Backup en la nube: es extremadamente importante y debe hacérselo con frecuencia, pues auxilia en la prevención de pérdida de datos, como archivos borrados accidentalmente. También asegúrate que el acceso al local sea restricto para evitar que personas no autorizadas roben o borren tus datos. Usa y saca provecho de estas plataformas, muchas de ellas son gratuitas: Dropbox, iCloud, Copy, GoogleDrive, OneDrive, etc.
Recuerda que las herramientas de auxilio al traductor deben ser utilizados como apoyo; ten claro que es el traductor humano quien realiza la traducción, valiéndote de ellas apenas como un recurso más para facilitar tu trabajo, además de las consultas a diccionarios, glosarios y gramáticas, que son parte de la rutina de la traducción.