¿Qué son las direcciones IPv6?
El Protocolo de Internet versión 6 o IPv6 (Internet Protocol version 6, en inglés) es una versión del Protocolo de Internet (IP). El Protocolo de Internet permite transmitir datos a través de una red a las direcciones IP (IPv4 o IPv6), que son las que identifican a los diferentes dispositivos conectados a Internet y permiten la comunicación entre ellos.
El protocolo IPv6 presenta mejoras significativas a nivel de eficiencia, rendimiento y seguridad. Stackscale, desde sus inicios, ha sido líder en la implantación de IPv6 en su red, ofreciendo la posibilidad de desplegar servicios a todos sus clientes sobre este nuevo protocolo —que debería acabar sustituyendo a IPv4—.
La transición hacia IPv6 es necesaria para el avance tecnológico, especialmente ante el crecimiento exponencial de dispositivos conectados que supone el desarrollo del Internet de las cosas (IoT, del inglés, Internet of Things).
¿Cómo es una dirección IPv6?
Uno de los cambios más grandes del paso de IPv4 a IPv6 es la longitud de las direcciones de red. Las direcciones IPv6 son de 128 bits, lo que corresponde a 32 dígitos hexadecimales; esto supone una mejora importante frente a los 32 bits de las direcciones IPv4. Además, las direcciones IPv6 pueden estar compuestas de dos partes lógicas: un prefijo de 64 bits y un identificador de interfaz de 64 bits.
Tipos de direcciones IPv6
Las direcciones IPv6 se clasifican según las políticas de direccionamiento y encaminamiento más comunes en redes: direcciones unicast, anycast y multicast.
- Una dirección unicast identifica un único interfaz de red. El protocolo de Internet entrega los paquetes enviados a una dirección unicast al interfaz específico.
- Una dirección anycast es asignada a un grupo de interfaces, normalmente de nodos diferentes. Un paquete enviado a una dirección anycast se entrega únicamente a uno de los miembros, típicamente el host con menos coste, según la definición de métrica del protocolo de encaminamiento. Las direcciones anycast no se identifican fácilmente pues tienen el mismo formato que las unicast, diferenciándose únicamente por estar presente en varios puntos de la red. Casi cualquier dirección unicast puede utilizarse como dirección anycast.
- Una dirección multicast también es usada por múltiples interfaces, que consiguen la dirección multicast participando en el protocolo de multidifusión (multicast) entre los routers de red. Un paquete enviado a una dirección multicast es entregado a todos los interfaces que se hayan unido al grupo multicast correspondiente.
IPv6 no implementa direcciones broadcast. El mismo efecto puede lograrse enviando un paquete al grupo de multicast de enlace-local todos los nodos (all-nodes) ff02::1. Sin embargo, no se recomienda el uso del grupo all-nodes, y la mayoría de protocolos IPv6 usan un grupo multicast de enlace-local exclusivo en lugar de molestar a todos los interfaces de la red.
Internet funciona a través de direcciones IP, y cada dispositivo que se conecta a Internet lo hace a través de estas direcciones numéricas que funcionan a modo de matrículas. Actualmente, las direcciones que se utilizan son las del Internet Protocol version 4 o IPv4, pero existe el problema de que las direcciones que se generan con este protocolo se han acabado.
Por ese motivo, el 6 de junio de 2012 se lanzó el protocolo IPv6 o Internet Protocol version 6, del que ya veníamos oyendo hablar desde 2008. Se trata de una nueva manera de crear direcciones IP para poder generar las suficientes como para soportar todos los dispositivos que hay hoy conectados y habrá en los próximos años.
Las IPv4 son direcciones de 32 bits, y este protocolo permitió que se creasen 4.294.967.296 direcciones, una cifra evidentemente insuficiente hoy en día. En cambio, el protocolo IPv6 tiene un espacio de 128 bits, lo que le hace capaz de albergar 340 sextillones de direcciones, o lo que es lo mismo, un total de 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 direcciones IP diferentes.
Esto también quiere decir que las direcciones IPv6 son mucho más largas y complejas que las IPv4. Las de la cuarta versión tienen una estructura de direcciones del estilo 255.255.255.255, mientras que las nuevas de sexta versión son del estilo 2001:0db8:85a3:08d3:1319:8a2e:0370:7332. Como ves, son más largas y tienen letras además de números.
Ventajas del protocolo IPv6
Estas son algunas de las ventajas de este nuevo protocolo de direcciones IP, IPv6.
- Número casi ilimitado de direcciones IP únicas. Este nuevo protocolo permite que cada dispositivo conectado a Internet tenga su propia dirección IP. Una ventaja que poco a poco se va convirtiendo en un requisito con el continuo avance del Internet de las cosas.
- Soporte nativo para dispositivos móviles. IPv6 soporta el protocolo móvil IPv6, MIPv6, que permite a los dispositivos móviles cambiar de una red a otra y recibir notificaciones itinerantes independientemente de su ubicación física.
- Autoconfiguración. El nuevo protocolo consta de mejores métodos para realizar la configuración automática, lo que supone una mejora significativa respecto al clásico DHCP utilizado en IPv4.
- Más seguridad. El protocolo IPv6 puede ser mejorado con IPsec (Internet Protocol Security, en inglés) para gestionar la encriptación y autenticación entre hosts. Este nuevo protocolo proporciona un sólido marco de seguridad de punto a punto en la transferencia de datos.
- Más eficiencia. La gestión de paquetes es mucho más eficiente en IPv6.
El nuevo protocolo tiene como objetivo un Internet sin límites, pero aprovechando la ocasión también se han realizado algunas mejoras. Por ejemplo, el tener una dirección IP más compleja, mucho más larga, hace que descifrar esos datos y realizar un ataque básico pase de llevarnos unos 5 minutos a varios miles de millones de años. Por lo tanto, la seguridad se amplía.
Has visto más arriba cómo de diferentes, largas y complejas son las nuevas direcciones, que son del estilo de 2001:0db8:85a3:08d3:1319:8a2e:0370:7332. Por eso, con tantas combinaciones de letras y números son más difíciles de descifrar que una sencilla 255.255.255.255.
Además, para evitar los temidos problemas de configuración el protocolo lo hace automáticamente. No sería de extrañar que pronto perdamos herramientas que simplificaban esta gestión como los servidores DHCP. Por último, podría ayudar a mejorar los recursos de la web y el tráfico pero, sobre todo, a no volver a pasar por lo mismo que le ha sucedido al IPv4.
Pero como hemos dicho antes, la mayor ventaja es que la industria y el ciberespacio se aseguran tener suficientes direcciones IP como para poder seguir operando sin problemas durante los próximos años. Eso sí, seguirán conviviendo con las IPv4 mientras haya empresas que las sigan revendiendo, por lo que todavía es pronto para saber si habrá algún tipo de transición abrupta.
En cualquier caso, los sistemas operativos modernos tienen espacio para configurar ambas direcciones, por lo que a nivel de usuario no hay nada que te debe preocupar. Para ti, a la hora de conectarte todo seguirá como siempre.