
¿Qué es un Footer?
El Footer o pie de página es el complemento del Header en un sitio web. O sea, es una sección fija que se encuentra en la parte inferior y que se visualiza en cada una de las páginas.
Generalmente un Footer incluye los datos de contacto de la empresa, la dirección y el enlace al aviso de privacidad. También pueden colocarse aquí los links a redes sociales, el copyright y un menú de navegación
¿Para qué sirve el Footer?
A diferencia del Header, que es lo primero que los visitantes visualizan, el Footer aparece cuando llegan al final de la página y su objetivo es ayudar brindar información adicional y facilitar al usuario ciertas acciones, como realizar una consulta, compartir contenido en redes sociales o responder preguntas frecuentes.
En realidad, el Footer y el Header son elementos de diseño web que se estructuran dependiendo de las necesidades del sitio y los usuarios. Por ejemplo, el Footer del sitio de Neil Patel está enfocado a que las personas naveguen con facilidad entre los distintos servicios que ofrece y a que dejen sus datos de contacto.
¿Cómo hacer un buen Footer?
Un Footer se considera bueno cuando incluye la información o CTA más comunes que el usuario necesita al llegar al final de una página. Estos elementos van a depender enteramente del tipo de user interface design (UI) que estés manejando.
Sin embargo hay algunos consejos generales de diseño que puedes considerar para hacer un buen Footer:
- Toma en cuenta qué es lo que necesita hacer o conocer el usuario una vez que ya vio el resto del contenido de la página.
- No los sobrecargues de elementos de diseño: mantenlo simple.
- Procura que el Footer cumpla una función práctica de navegación.
- Incluye todos los avisos legales y de privacidad pertinentes.
Características principales de un Footer
A la hora de diseñar el footer de una web, debemos tener siempre en cuenta sus características principales:
- El footer está claramente identificado y diferenciado del resto de la página web, ya sea a través de la tipografía, el color de fondo o la presencia de elementos de división. Debe quedar muy claro dónde empieza y acaba con un solo golpe de vista. Eso sí, siempre hay que tener en cuenta que su diseño debe ser coherente con la imagen de marca, los colores corporativos y la estética del resto del sitio.
- El footer o pie de página, como su propio nombre indica, se ubica en la parte inferior de la página web y ahí es donde los usuarios irán a buscarlo. Sin embargo, existen algunas excepciones a este principio. En las webs con “scroll infinito”, como la página de inicio de algunos blogs, se puede colocar un footer flotante. En otros casos, como las aplicaciones para móviles, la información del footer se muestra oculta detrás de un botón, a la espera de que el usuario realice una acción para mostrarla.
- El footer contiene una serie de elementos informativos fundamentales, como la información de contacto y copyright, y enlaces a páginas secundarias relacionadas con el sitio, como los canales de redes sociales o los avisos legales. En el siguiente apartado veremos cuáles son los elementos que podemos incluir en el footer.
- El footer es un elemento claramente diferenciado dentro de la estructura HTML de la página. En HTML 5 se define a través de la etiqueta de apertura <footer> y la de cierre </footer>. Anteriormente, solía definirse el área de footer con un div y el identificador correspondiente: <div id=”footer”></div>.
- El footer es un elemento permanente del sitio, esto es, que es igual en todas las páginas del mismo (y como es lógico, debe estar presente en todas ellas). Es muy importante respetar esta convención de diseño, ya que no hacerlo podría afectar negativamente a la usabilidad y provocar confusión en los usuarios.
¿Qué elementos debemos incluir en el footer de una web?
El footer es el lugar ideal para ubicar información adicional sobre nosotros y sobre nuestra web. Podríamos decir que es como una especie de “cajón de sastre” de los elementos que no tienen cabida fácil en otras secciones, ¡pero eso no quiere decir que todo valga!
La selección de elementos que vamos a colocar en el footer debe partir de una decisión meditada, escogiendo aquellos que tengan más importancia para nuestra web y nuestros objetivos. En esta lista podrás encontrar algunos de los más comunes:
- “Acerca de”. Información básica sobre la marca que ha creado el sitio web o sobre el autor de un blog. Generalmente, esta información se presenta en forma de enlace a una página donde compartimos los detalles. En el caso de las empresas, es bastante habitual incluir fotografías y breves biografías de los miembros del equipo.
- Información de contacto. En mi opinión, este es uno de los elementos más imprescindibles, ya que los usuarios están acostumbrados a hacer scroll para buscar esta información. Es fundamental incluir al menos un email de contacto, pero también es habitual que en el footer aparezcan el teléfono, la ubicación física de las oficinas o incluso un pequeño mapa. Algunas webs incluso ubican el formulario de contacto en el footer.
- Información legal. Aquí tienen cabida el copyright, la política de cookies, los avisos legales de la web o incluso las condiciones de compra y devolución en el caso de las tiendas online. Es importante asegurarnos de que toda esta información está siempre a disposición de los usuarios, evitando los enlaces rotos.
- Mapa del sitio web. En algunos casos se incluye el mapa completo, aunque en el caso de sitios web complejos puede llegar a ocupar demasiado espacio. Como mínimo, es recomendable incorporar enlaces a las secciones principales de la web, sobre todo si hay mucha distancia entre el menú de la parte superior de la web y el footer.
- Formularios de inscripción a la newsletter. Aunque el footer puede servir como recordatorio, si estamos buscando de forma activa incrementar nuestra base de datos también deberíamos incluir alguna invitación a suscribirse “above the fold”.
- Botones de enlace a los canales de redes sociales de la marca. Algunas webs también incluyen un pequeño feed de novedades, por ejemplo, con los últimos tuits o fotografías de Instagram publicados.
- Enlaces a páginas “secundarias” de la web pero que son de gran importancia para la experiencia de los usuarios, como la sección de preguntas frecuentes o la página de asistencia.
- Elementos de confianza, como los sellos y certificaciones oficiales o enlaces a sitios de opiniones y recomendaciones.