
¿Qué es el Coste por Adquisición – CPA?
El Coste por Adquisición (CPA) o también llamado coste por venta es un modelo de pago para los anuncios online, donde el anunciante únicamente paga cuando su anuncio online conlleve una venta. El objetivo de este modelo de coste es lograr ventas a corto plazo, garantizando un ROI rentable para los anunciantes, ya que los soportes sólo cobrarán cuando se formalicé la venta.
CLICK TO TWEET
El modelo de pago, CPA puede tener un precio fijo, donde el anunciante pagará la misma cantidad de dinero por cada venta que se realicé a través del anuncio online sin importar el importe de la adquisición. Este modelo es muy beneficioso cuando las cestas de compra del e-commerce del anunciante son de precios muy similares o idénticos. Por otro lado el CPA también puede tener un precio variable, normalmente un porcentaje sobre el importe de venta, donde el anunciante pagará una comisión al soporte sobre la venta que se haya realizado a través del anuncio online.
Usos del CPA dentro de la publicidad online
Dentro de la publicidad online, no todos los tipos de anuncios suelen utilizar como modelo de pago el CPA, ya que por ejemplo los anuncios de texto en buscadores normalmente utilizan CPM (Coste por mil impresiones) o CPC (Coste por clic), aunque no siempre.
Existen muchas opciones a la hora de promocionarse en Internet, pero los usos más comunes del CPA son en marketing de afiliación y en campañas display. Para ello se suelen emplear banners dinámicos e email marketing con ofertas puntuales, tratando de lograr un mayor número de ventas. El CPA o coste por venta es especialmente utilizado en las campañas de retargeting o recuperación de carrito, que son acciones centradas hacia la compra final de productos.
El modelo más codiciado por los anunciantes
El CPA es uno de los modelos de pago más ansiado por parte de los anunciantes, ya que les asegura la rentabilidad de su ROI. Pero hay que tener en cuenta que no siempre puede ser el modelo más adecuado, hay que tener siempre en cuenta el tipo de empresa y el objetivo de la campaña.
Para una campaña de branding el CPA no es el modelo más adecuado, ya que el objetivo de estas es generar una visibilidad a la marca, por lo cual sería preferible utilizar un CPM (Coste por mil impresiones) a un CPA, ya que suele ser más barato además de llegar a mayor número de usuarios.
Sin embargo para campañas de tráfico o conversiones el modelo más obvio es el CPA, puesto que el anunciante se asegura de que llegue un tráfico cualificado, asegurándose las ventas. Por lo que el CPA sólo es recomendable utilizarlo en empresas ya consolidadas o con campañas de branding activas.
El punto de vista de los soportes sobre el CPA
El proceso comienza cuando un e-commerce decide publicitarse en Internet a través por ejemplo de un banner con una oferta especial, siendo su objetivo de conseguir ventas a corto plazo, por lo que contratará un modelo de pago CPA. Para llevar a cabo este tipo de acción el anunciante deberá contactar con un soporte, el cual será el encargado de colocar los banners en diferentes sitios web visibles para todos los usuarios y cuando alguno de ellos haga clic en el anuncio, éste le llevará directamente a la página web del anunciante donde si efectúa una venta recibirá una comisión por parte del anunciante.
El CPA no suele atraer especialmente a los soportes, ya que aunque este modelo es muy beneficios para los anunciantes no lo es tanto para ellos, debido a que son quienes corren con la totalidad del riesgo, puesto que si el usuario decide no comprar, estos no recibirán ninguna comisión y harían publicidad al anunciante de forma gratuita.
Por ello cuando un soporte tiene para escoger entre diferentes anunciantes para lanzar las campañas, en situaciones donde éstas sean similares puede salirle más rentable lanzar una campaña CPL (Coste por Lead) a un precio más alto que un CPA, ya que consideran que funcionarán mejor, debido a que el proceso por el que debe pasar el usuario es más corto.
En resumen, a la hora de escoger un modelo de pago para una campaña online no sólo hay que pensar en las ventas finales, sino tener otros factores en cuenta para obtener el máximo beneficio.