¿Qué es el Copywriting?
El Copywriting, también conocido como «escritura persuasiva» en su quasi-traducción al español, es una profesión dentro del ámbito del Marketing Digital que consiste en escribir, seleccionar y reformular las palabras con las que se describen productos y servicios en Internet, con el objetivo de vender más.
¿Es lo mismo Copywriting y Marketing de Contenidos?
A pesar de que ambos se retroalimentan, el marketing de contenidos tiene como objetivo educar al público, atraer nuevos clientes inspirando confianza gradual a través de información de valor relativa a lo que la Marca vende, mientras que el copywriting motiva al lector y persigue persuadirle para que realice una acción de forma relativamente inmediata.
No obstante, sería un craso error pensar que el copywriter es alguien que se limita a incitarte a que añadas al carrito un determinado producto como si tu vida dependiera de ello.
Un redactor publicitario tiene la habilidad y el objetivo de crear conexiones y experiencias entre una marca, servicio o producto y las personas.
Conceptos básicos en los que se basa el copywriting
Esta especialidad se inspira en diferentes técnicas, metodologías y enfoques característicos de la publicidad, el marketing y la psicología.
Si quieres aprender a desarrollar la escritura creativa enfocada a mejorar las ventas de un negocio o servicio online, sigue los siguientes pasos:
› Investiga como un detective
Lo primero que debes tener muy presente es que implica entablar una conversación con el consumidor, por lo que es muy importante que lo conozcas a la perfección.
- ¿Cómo es tu buyer persona?
- ¿Qué tipo de lenguaje utiliza?
- ¿Qué temas le preocupan?
- ¿En cuál de las etapas del funnel de conversión se encuentra?
Son ejemplos de algunas de las preguntas que deberías hacerte.
Investigar a tu cliente objetivo te permite entender qué necesita y cómo puedes ayudarle, qué motivaciones tiene y qué tipo de mensajes le llevarán a tomar una acción determinada.
Además, tendrás que conocer «al dedillo» el servicio o producto que ofrecerás.
Un buen copywriter sabe encontrar las fuentes y herramientas necesarias para escribir un post sobre cualquier tema y es capaz de convertir las características de un producto o servicio en beneficios para el lector.
› Ten más empatía que un psicólogo
La escritura persuasiva tiene una fuerte carga psicológica. Hay que tener en cuenta cómo piensa el cliente y cómo toma decisiones. ¡Aquí no vale mirarse el ombligo!
Tenemos que centrarnos en nuestro público en todo momento. Demostrar que comprendes la situación de tus clientes y ponerte en la piel del otro aumentará tu poder de convicción, ya que entenderás mejor las necesidades, deseos y miedos de tu audiencia y te será más fácil ponerles remedio.
› Crea una necesidad o problema y ofrece la solución
¿Cuántas veces has entrado en una tienda y has acabado comprando algo que no necesitabas por la labia que tenía el vendedor?
A fin de cuentas, el copywriting viene a ser lo mismo pero de forma escrita.
Crear una necesidad o problema y ofrecer acto seguido tu producto o servicio para cubrirla es una técnica de ventas que podemos aplicar a esta disciplina.
Eso sí, evita ser agresivo: no te traerá nada bueno.
› Utiliza un lenguaje ameno, sencillo y adaptado a tu público
El copywriting huye de las frases complicadas y extremadamente largas. Intenta que tu texto persuasivo sea lo más ameno posible: elaborarlo a base de oraciones simples, de forma que todo el mundo lo entienda.
Tienes que tener claro que si el lector no entiende algo (y ni siquiera se lo explicas) no irá corriendo a por el diccionario, sino que cerrará tu página y seguirá buscando hasta dar con el producto que conecte con él.
Evita las oraciones pasivas y el lenguaje muy formal.
Un texto persuasivo no debería parecerse en absoluto a un texto académico. Si debido a la naturaleza de tu sector te es imposible evitar según qué tecnicismos, asegúrate de que los explicas para que todo el mundo sepa de qué hablas.
Adapta el tono al consumidor, utiliza un lenguaje directo y transmite seguridad en todo momento. Sé positivo, pero con los pies en la tierra.
Suena convincente, pero sin ser un vendehumos.
Evita los adornos, las florituras y asegúrate de que la acción que quieres que el lector lleve a cabo se realice de la forma más natural posible.
› Practica la escritura persuasiva como si estuvieras aprendiendo a conducir
¿Recuerdas cuando te sacaste el carnet de conducir? Imagina que un copywriter es un alumno que acaba de empezar sus prácticas.
Sí, a algunos les costará más que a otros, pero todo el mundo pasa por muchas etapas hasta que aprende a dominar el embrague, deja de hacerse un lío con las marchas y consigue que no se le cale el coche.
El copywriting tiene muchas cosas en común con la conducción.
Es un proceso que requiere mucha práctica y tiempo; habrá días en los que todo irá sobre ruedas (y nunca mejor dicho) y otros días en los que incluso desearías no haberte metido en este mundo. ¡No pierdas la fe!
La mejor forma de aprender a hacer copywriting es practicándolo: implementando el método de prueba y error, ejercitando tu cerebro y equivocándose hasta que consigas dominar tus técnicas y puedas llevar un tráiler tú solito.
› Aprende a contar historias
Un especialista en copywriting es un maestro en el arte de contar historias, por lo que la escritura persuasiva está llena de Storytelling, una técnica de la cual hablamos ya en este mismo blog anteriormente..
Tanto si la historia es real como si es ficticia, es un recurso muy valioso para tocar la fibra sensible del lector, ya que consigue evocar recuerdos, crea emociones y las asocia a una marca.
Es posible que mientras lees esto te haya venido a la mente Coca-Cola.
Efectivamente, son unos genios del storytelling y cuando vemos sus anuncios nos gustan tanto que nos da igual el azúcar que lleve una lata.
Es más, son tan majos que hasta le felicitan las fiestas a su competencia.
Llegar al corazón de nuestro público es el primer paso para generar conversiones y fidelizar a nuestros clientes.
No obstante, recuerda que las emociones también tienen que ir acompañadas de datos e información relevante.
› Sé creativo, pero con ojo analítico
El redactor publicitario ideal es una persona muy creativa, pero antes de remangarse y ponerse manos a la obra sabe analizar su entorno y planifica lo que va a hacer.
Ahí entra la necesidad de tener conocimientos de Posicionamiento SEO. En un mundo que ya no se entiende sin un entorno digital, es imprescindible que los textos persuasivos también conquisten a Google y se posicionan bien.
En el caso de los blogs, este estudio y análisis suele organizarse en lo que se conoce como calendario editorial.
En él se definen las temáticas, la estructura del post y toda la información relevante tanto para el content strategist como para el copywriter.
› Apuesta por el branded content
¿A ti también te molestan los artículos que giran en torno a un producto y no proporcionan información de valor?
El branded content se opone a este tipo de escritura, cada vez más obsoleta.
Esta otra disciplina es una técnica de redacción que consiste en no darle demasiado bombo al producto que se quiere vender, sino que crea un contenido informativo que aporta valor al usuario.
Y, llegados al final del texto, se incluye un párrafo en el que se habla brevemente sobre la Marca, sus productos y se relacionan de forma natural con todo lo que se ha ido comentando a lo largo del artículo.
› Llamadas a la acción contundentes
A los seres humanos siempre nos gusta que nos animen a hacer algo. Está demostrado que los textos con llamadas a la acción o CTA (de “Call to Action”, en inglés) son más efectivos.
Incluyen imperativos, pero no son órdenes sino sugerencias. Son un recurso muy utilizado en las newsletters, aunque las encontrarás por todo el universo digital.
Un buen copywriter se asegurará de que la CTA va más allá del tan manido “haz clic aquí”, “cómpralo ya” o “descubrir”.
Un buen ejemplo son las CTAs de las newsletters de Justinmind, una empresa de prototipado de aplicaciones que cada semana envía correos a sus suscriptores con los artículos más relevantes de su blog.
Todos ellos incluyen CTAs que animan al lector a ampliar la información.
Como verás, son un gran ejemplo de cómo hacer una CTA, ya que relacionan la información del post con la acción y, en ocasiones, incluso crean juegos de palabras con el objetivo de que el usuario haga clic de forma natural y tenga ganas de saber más.
› Domina los conceptos básicos del UX
El UX (experiencia del usuario) no se orienta, en principio, directamente a la venta, sino que se centra en mejorar la interacción entre un producto y sus usuarios.
Lo encontramos en botones, páginas de error, menús, tutoriales, etc.
Aunque el copywriting y la escritura aplicada a la experiencia del usuario (UX Writing) sean dos mundos distintos, cada vez van más de la mano y se tiene más en cuenta la navegación a la hora de redactar, así como la usabilidad.